El semillero teatro por la vida es una iniciativa de memoria que hace parte de la Fundación Espacios de Convivencia y Desarrollo Social (FUNDESCODES), que nace en el año 2013 a raíz del informe del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) llamado Buenaventura un puerto sin comunidad. El grupo ha buscado el desarrollo y la creación de puestas en escena que tengan dentro su narrativa, la selección de textos, testimonios e historias de vida planteados en dicho informe. Este proceso dio como resultado la creación de la obra de teatro Tocando la marea que se configuró como una forma de construir memoria a través de las artes escénicas y de presentar a la comunidad los hallazgos del informe.
El semillero teatro por la vida está conformado por jóvenes, adolescentes y adultos mayores, algunos víctimas del conflicto. El grupo se caracteriza por la creación de obras de teatro situadas en el contexto social, político y económico de Buenaventura, por la integración de la música, la poesía, los cuentos y toda la tradición oral del pacífico y por el trabajo articulado con otras organizaciones de carácter artístico y cultural del territorio. Según John Erik Caicedo Angulo, director del grupo “el arte ha sido el salvavidas de muchos y muchas en nuestro territorio, el arte ha sacado muchos jóvenes del conflicto ha salvado las vidas y que por ende el arte debe ser la materia principal de escuelas, universidades, antes de aprender cualquier cosa, sea la música, sea el teatro, sea el baile. Hay una ventaja con el teatro y es que en el teatro tenemos la capacidad de hacer lo que queramos, podemos ser músicos, bailarines, poetas, astronautas, podemos ser lo que queramos ser, el arte debe ser parte de nuestras vidas siempre”
Desde esta perspectiva han creado obras como: Memoria en escena, El traste y el pescador, Con carne y sin pescado, entre otras. En la actualidad el grupo está enfocando su trabajo en la realización de performances que abordan el tema de la memoria y la visibilización de líderes y lideresas sociales de Colombia.
