Vigía del Fuerte es un municipio del departamento de Antioquia ubicado en la zona de Urabá. Se encuentra sobre la ribera oriental del río Atrato y cerca de la desembocadura del río Murrí. Está entre los límites de Antioquia y Chocó, y tiene una relación estrecha con Bojayá. Sus sistemas de humedales y las zonas del delta caracterizan su territorio por la riqueza ecológica y biodiversidad. Lo habitan poblaciones afrodescendientes, indígenas emberá y mestizas.
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En la región existen dos formas de territorios comunitarios: los colectivos de comunidades negras, inscritas al Consejo Comunitario Mayor de la Asociación Campesina Integral del Atrato (Cocomacia), y los resguardos indígenas (ríos Apartadó y Jengadó, río Jarapetó, El Salado y Guaguandó). Consta de nueve corregimientos y quince veredas. El agua es un factor vital de encuentro entre estos territorios y sus poblaciones: los ríos son una forma de conectarse con los otros y con la naturaleza.
Existen diferentes tradiciones y formas de vivir: como las relaciones con la madera, la pesca, la minería, la agricultura, las huertas y el comercio, entre otras. En las fiestas patronales de la Virgen de la Merced hay diferentes expresiones artísticas y culturales. Durante las fiestas de la Virgen del Carmen, los habitantes de Vigía del Fuerte comparten con sus vecinos de Bojayá, una celebración con música, expresiones culturales, religiosas y artísticas, que hacen parte de la vida de este territorio.
Entre las diferentes expresiones artísticas y culturales están las cantadoras y alabadoras, quienes conservan cantos ancestrales para el acompañamiento de los muertos. Según John Jairo Chaverra (escritor del Atrato y director del grupo teatral Imágenes), “este canto se ha convertido en un canto de resistencia ante las circunstancias que le ha tocado vivir a la población de la región. Se encuentra en las comunidades porque es muy fuerte en la tradición atrateña y el pueblo afrodescendiente”. El coro parroquial y los ritos fúnebres también hacen parte de las expresiones artísticas y culturales.
Otra práctica es el tambeo o alumbrado. Sobre esto, John Jairo Chaverra escribe: “es una expresión artística muy fuerte de la comunidad del Arenal. Se celebra en las fiestas patronales o en momentos especiales como pago de una manda (cuando un santo realiza un milagro por enfermedad)”. Afrotambeo es el grupo que está salvaguardando y rescatando esta tradición.
Otras expresiones artísticas son las musicales, que cuentan con un arraigo grande entre los jóvenes. Algunos son grupos de música urbana, como Záfate; otros, de músicas folclóricas, como el grupo de Chirimía Vigía del Fuerte y los grupos de danza y música de las comunidades emberá.
En cuanto a la danza, están presentes grupos como Huellas del Atrato. Este rescata la contradanza, la mazurca, el mapalé, el pasillo, entre otros ritmos. La comunidad embera también tiene diferentes grupos de danzas que rescatan expresiones ancestrales de sus comunidades.
Sobre las las prácticas teatrales, John Jairo Chaverra afirma: “El teatro, técnicamente hablando, tomó fuerza a partir de 2003, con la influencia de la Diócesis de Quibdó y la AGEH-Servicio Civil por la Paz”. También comenta que el teatro en Vigía del Fuerte venía con procesos de pequeños cuadros de socio-dramas desde 1995.
Del proceso con la Diócesis y con la AGEH y la vinculación de algunos jóvenes de Vigía del Fuerte (Elda Luz Perea, José Nelly Mena y John Jairo Chaverra) al proceso liderado por Inge Kleutgens, nació el grupo de teatro Imágenes, que luego se llamó Corporación Cultural y Artística Imágenes, teatro pedagógico para fortalecer la conciencia crítica. “En la actualidad (2021) el grupo está en proceso de convertirse en Corporación Cultural y Artística (Corpocal)”, afirma John Jairo.
El grupo de teatro Imágenes es uno de los ejemplos de las expresiones artísticas en el territorio de Vigía del Fuerte. Nació en el 2000 a partir de la experiencia de los grupos juveniles de la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes. El grupo de teatro Imágenes cuenta con formación para niños, adolescentes y jóvenes. Tiene cuatro semilleros, uno de ellos llamado Teatro Indígena, con énfasis pedagógico.
“Vamos a hacer, sobre todo, para la cuestión de formar, de crecer, de salir de la pasividad, salir de lo común, decirle a la gente: ‘Mire, está pasando esto y podemos construir de esta manera’. Un teatro educativo, formativo, sobre todo en el fortalecimiento de la conciencia crítica”. John Jairo Chaverra
Algunas de sus obras tratan temas que reflexionan de manera crítica sobre factores que afectan el territorio: el conflicto armado, la desigualdad, el abandono estatal, la crisis medioambiental, entre otros. Un ejemplo es la obra de teatro A Oscuras que “se encarna en la realidad que vive la comunidad de Vigía del Fuerte con respecto al Estado: la corrupción de los funcionarios, dejando como consecuencia todo a oscuras, donde los estudiantes deben hacer las tareas con la luz de las velas, privándose de las oportunidades que brinda el mundo actual”, como afirma la descripción de la obra en la página web del grupo. Y es que en Vigía del Fuerte la ausencia de luz eléctrica siempre ha sido una de las evidencias del abandono estatal: la luz que se genera es por medio de plantas a base de gasolina.
Las experiencias artísticas y culturales en Vigía del Fuerte están arraigadas a sus territorios, sus costumbres y tradiciones, a sus contextos históricos y ancestrales, a sus resistencias y sobrevivencias, desde sus memorias colectivas y personales. Los cuerpos están ahí presentes, como en teatro Imágenes, donde el discurso se expresa a través del cuerpo y la palabra se guarda para potenciar el movimiento.
El director de teatro John Jairo Chaverra afirma: “Son totalmente diferentes el movimiento indígena y el movimiento afro. Lo que el afro da con el cuerpo, los embera no. Porque mientras el afro el estómago casi que te lo puede pegar, el indígena es más de las manos y los pies. Ayer estábamos en lo que llamo desfragmentar: Vamos a desfragmentar el cuerpo. Muévase como quiera, pero muévase. Involucre la cintura, por ejemplo. El afro es poderoso con su cintura, el indígena no es tanto de eso. Por eso los bailes indígenas ustedes los ven que son bricanditos, son movimientos muy, muy ciertos; el afro no, se voltea: voltea para allá y para acá, porque los movimientos son totalmente diferentes”.
Los cuerpos en experiencias como las de teatro Imágenes se convierten en formas de expresión y de encuentro entre diferentes poblaciones, como las afro y la indígena, que conviven en un territorio conectado por el río; cuerpos entrelazados a través del arte, tejiendo entre ellos, de manera colectiva, una forma de expresión, de resistencia y de conciencia crítica.
Las experiencias artísticas en Vigía del Fuerte no solo toman sus contextos culturales y ancestrales como su forma de expresión, sino que también proponen un análisis de temas como el conflicto armado, la corrupción, el abandono estatal y la crisis medioambiental. Plantean formas de solución, de visibilización de los sucesos y una reflexión crítica entre diferentes generaciones, tomando aprendizajes de afuera (como el caso con la Diócesis de Quibdó y la AGEH) y haciéndolos suyos, transformándolos, volviéndose líderes en la región en proyectos artísticos y comunitarios.