“¿Dónde aprendió? En esta marimba fue” (Pacho Torres)

“Gualajo” contaba con orgullo que su primer contacto con el mundo fue una marimba. Así lo narra Alfredo Vanín en el libro José Antonio Solís ‘Gualajo’:

“Como en la casa de los Torres todos los espacios estaban ocupados por los instrumentos que se construían o servían para tocar en las fiestas, no hubo otro lugar para acostar al bebé y cortarle el ombligo que en la vieja marimba que ha sobrevivido a varias generaciones. Lo cuenta el maestro con jocosidad, pero al mismo tiempo con orgullo, porque es la anécdota más extraordinaria de su historia, un evento premonitorio —como su día de nacimiento— de lo que sería su relación con la marimba, recibido por ella tan pronto como dejó el vientre materno, para luego convertirla en la gran diosa y compañera.”

Pacho Torres, su hermano menor, bombero de tradición, también toca la marimba y canta una tonada que relata un legado familiar de aprender a interpretar este instrumento, uno de los más representativos del folclor del Pacífico colombiano. No es solo un instrumento para tocar, es, también, una práctica ancestral, mística. Gualajo afirmaba que la marimba fue un regalo de los dioses a los africanos en su diáspora por América, cuando alguna vez bajaron al río a bañarse; la marimba es un instrumento encantado:

“yo me iba para el río o a las quebradas y me encontraba a los espíritus tocando. Claro que me daba miedo pero me aguantaba, y para que no me picara la mosquitera, fumaba”. (Gualajo)

La relación no es solo musical con la marimba, sino que incluye otras dimensiones, como la espiritual. 

La marimba está hecha de varios elementos, pero su composición principal es la madera (la chonta, guadua, entre otras); se le considera de la familia de los xilófonos y su creación es 100% artesanal. Los Torres han sido creadores de este instrumento durante siglos. Siguen un proceso lento y casi ritual: se corta la chonta solo en menguante y en cierta etapa de la marea, luego se pone a secar a la sombra durante varios meses. Antiguamente la ponían sobre la humareda, sobre el calor de la cocina. Luego se hace todo el proceso de corte y ensamblaje en la estructura o ‘cama’.

Cada marimba es única, no hay otra igual. La marimba tradicional, antigua, es de 24 chontas, tres octavas. Se le conoce como marimba pentatónica. Gualajo la llamaba “pensatónica”. También se hacía y se hace, ha oído. No se afina por medio de afinador (afinación estándar de la música actual: 440 Hz).

La marimba de chonta es un instrumento que se extiende desde el departamento de Nariño hasta el Chocó y va hasta el norte del Ecuador. Este instrumento interpreta variaciones de los ritmos que se dan en cada territorio, sea costa arriba o costa abajo. “Un puente” cultural y ancestral, com cuenta Elver Paz, entre estos territorios. Desde el 2010 fue declarada por la Unesco, junto con los cantos y músicas tradicionales del Pacífico Sur, patrimonio inmaterial de la humanidad.  

“Hay marimbas que no dan” (Genero Torres)

“En mi casa tengo como ocho que hice allá”. En las que no dan, no llegan, no se puede cantar. En las buenas “se encolma el baile”… Cuando se toca la marimba se olvidan los muertos.

Nota: PONER VIDEO DE GENARO HABLANDO DE LA MARIMBA. VER CALIFICACION DEL MATERIAL