Según Héctor Micolta, la Corporación Centro de Pastoral Afrocolombiana (CEPAC) “es una idea que nace de la iglesia católica donde los negros también podamos pues tener espacio, porque también es una lucha, una conquista de los pueblos afros dentro de las iglesias”. En ese sentido, la CEPAC es una organización eclesial y social sin ánimo de lucro de carácter étnico y comunitario; desde dichos enfoques convoca a procesos de atención y fortalecimiento a favor de los pueblos y comunidades vulnerables y tiene su sede en Buenaventura.

Uno de los propósitos de esta organización es aportar a la construcción de la cultura como reparación integral de las víctimas del conflicto armado en el territorio a través del rescate y la dinamización de los rituales mortuorios del pacífico colombiano. La pastoral tiene prioridad por los pueblos afrodescendientes, pero su quehacer está orientado a acompañar a las poblaciones y comunidades que presentan vulnerabilidad o victimización por el conflicto armado, vulneración o exclusión social.  

El trabajo que realizan está fundamentado en la filosofía UBUNTU, la confianza, el trabajo en uramba, tonga o minga, en el amor y la defensa del territorio, los derechos humanos y la transversalización de la identidad y patrimonio cultural. Es por ello que están convencidos de que la recreación, el arte y la cultura son herramientas fundamentales para la transformación social y la restauración del tejido social, unido con la prevención, utilización del tiempo libre en actividades productivas y la posibilidad de crear escenarios de diálogo entre individuos.