“Es una pieza que intenta generar conciencia en la comunidad frente a hechos victimizantes que hemos vivido, frente a episodios específicos que hemos vivido y lo que intenta es mostrar que el arte y la cultura son herramientas que nos ayudan a preservar, a seguir, a resistir. Esta pieza que se crea en el 2013 cuando se crea el grupo, es la primera pieza creada de manera social, de memoria histórica. Esta pieza lo que está mostrando es un cuadro donde la comunidad está celebrando, bailando y llegan los violentos y le quitan la vida a un integrante, que es un tema que se ha vivido en el Pacífico y en Buenaventura.
En uno de los cuadros de esta pieza social, los violentos se quedan rondando, dándose el alarde de que fueron ellos quienes lo realizaron. Matan a la persona y a través de la cultura, específicamente con el ritmo del Bunde que nos ha servido mucho para adorar y el tema mortuorio, se revive a la persona de la comunidad que asesinaron, mostrando una idea de que la cultura revive, la cultura nos sostiene, nos ayuda a resistir. Pero además lo que se muestra no es un rechazo a los violentos, sino que de una manera significativa lo que hace es convertir ese violento en parte integral de la comunidad, se reintegra a la vida social a los violentos con el mismo ritmo del Bunde y se baila juntos. Se termina danzando y celebrando la vida, por eso se llama la danza de la vida, con el ritmo de la juga. Cuando decimos danza de la vida, es porque queremos ver más la vida que la misma muerte, mostrar la esperanza.”
Héctor Fabio Micolta, director del Grupo Folclórico Juvenil Arambeé