Las calles de Guapi son una combinación de vías pavimentadas y despavimentadas, con entradas del río sobre las cuales habitan sus residentes. El río sigue siendo la vía principal que comunica el casco urbano con la zona rural y otros municipios del Pacífico. En lugares como el Barrio Santa Mónica, en las tardes se crece el río y las calles cubiertas de arena, se convierten en pequeños riachuelos.
Guapi es un lugar armonioso donde se respira alegría, camaradería, familiaridad y amistad. Sus habitantes, sus músicas, su amabilidad, hacen de Guapi un municipio al que siempre se quiere regresar. Las sonrisas de niñas y niños, el ajetreo de la Galería y los mercados aledaños, el ruido de las lanchas, de las fichas de domino sobre la mesa, hacen de Guapi un lugar muy especial.
A pesar de esta alegría, en el casco urbano también se observa las huellas de la presencia armada en grandes grafitis del frente José María Becerra del Ejército de Liberación Nacional (ELN), sobre los que casi nadie habla, pero que están visibles en las paredes de casas y comercios, en la zona céntrica y en los barrios. También en la manera como ciertas actividades son vigiladas por hombres que se transportan en lanchas y motos, y en los cuidados que tiene la población al caminar en las noches.