Memoria Audiovisual del Teatro en el Atrato

https://www.youtube.com/watch?v=rxpcOkQp9KY

FOTO_ CINDY

Entre 1993 y 2008 Jesús O. Durán y Dianne Rodríguez transformaron las comunicaciones de la Diócesis de Quibdó, acompañando con su cámara de video los procesos organizativos y culturales de las comunidades Negras e indígenas del Pacífico Colombiano. Una parte importante de ese acervo audiovisual fue rescatado a través de una beca del ministerio de cultura (2020-2021) con un proyecto titulado Memorias audiovisuales del Atrato y el Pacífico colombiano (1994 – 2008). Ese material, al igual que las conversaciones con Jesús y Dianne sobre sus experiencias en el Atrato, han sido fuentes fundamentales para la sección de Bojayá de este archivo digital. El invaluable material audiovisual conservado por Jesús y Dianne registra la centralidad que han tenido las prácticas artísticas y culturales en los procesos de defensa del territorio en medio del conflicto en el Atrato. 

Durante este período, entre 1993 y 2008, Jesús O. Durán registró el acompañamiento que hacía la Diócesis a diversas organizaciones sociales indígenas y afrodescendientes. Producto de estos registros audiovisuales realizó documentales como “Ni tan pacífico que digamos”, “Un templo de solidaridad”, “Luces y sonidos entre las sombras”, “Más valen cien pájaros volando”, “Orewa: 15 años de lucha” (1994), “Rasgando Cielos” (2000) y “Bojayá: Un crimen de guerra” (2002), entre otros.

Entre 2002 y 2008, en el marco del proyecto de comunicación comunitaria Comunicaciones Tamboreo y en compañía de Dianne Rodríguez, registraron también el proceso de formación de multiplicadores teatrales de la Diócesis de Quibdó en el Atrato (2003-2008), liderado por Inge Kleutgens, con jóvenes de Murindó, Vigía del Fuerte, Bojayá, Quibdó, Curvaradó y Jiguamiandó. Como resultado de este proceso se realizaron más de doce video – montajes teatrales que dan cuenta de las presentaciones, giras y procesos creativos de estas obras de teatro creadas colectivamente en el territorio.

El material audiovisual recuperado de 50 casetes que hace parte de un acervo de más de 400 casetes conservados por Jesús O Durán y Dianne Rodriguez, da cuenta de los procesos de organización local, de defensa del territorio, y de prácticas artísticas y culturales de las comunidades afrocolombianas e indígenas de esta región en un momento de profunda relevancia histórica. Se trata de un período de gran efervescencia organizativa para las comunidades Negras e Indígenas del pacífico, tras el reconocimiento de sus derechos étnico-territoriales a partir de la constitución de 1991. Sin embargo, este es a su vez el período de mayor agudización de la disputa armada por este territorio, y cuando se evidencia con mayor fuerza en la región los intereses por la implementación de un modelo de desarrollo extractivo que no reconoce los derechos territoriales y de autonomía de las comunidades.

Las comunidades del pacífico colombiano identifican 1997 como el año en el que se recrudece el conflicto armado, debido a la fuerte ofensiva paramilitar que sacude los territorios. En la cuenca del Atrato los paramilitares llegan desde el Urabá, instalándose en Riosucio y avanzando río arriba hacia Quibdó. Las fuertes ofensivas paramilitares se dirigen directamente contra la población civil campesina, afrocolombiana e indígena. Debido a la presencia histórica de las FARC en esta región, los paramilitares entran con una avanzada, de corte contrainsurgente inicialmente, que aterroriza a la población civil desplazando comunidades completas. Para el año 2000 las FARC adelanta una fuerte ofensiva militar para recuperar el control territorial en el medio Atrato, hostigando también a la población civil como método para cerrarle el paso a los paramilitares. Las acciones militares de guerrilla y paramilitares resultan en una cruenta disputa armada por el territorio, donde la población civil es en ocasiones desplazada, en otras confinada, acusada de colaborar con uno y otro bando. Las alertas tempranas no son respondidas por el Estado, dejando a las poblaciones en total indefensión. 

La confrontación llega a uno de sus puntos más álgidos en 2002. La masacre de Bojayá fue el resultado de un combate entre paramilitares y guerrilla en Vigía del Fuerte y Bellavista, donde la población civil fue utilizada como escudo por los paramilitares y quedó entre el fuego cruzado. La guerrilla, utilizando armas no convencionales para atacar a los paramilitares, lanzó varias pipetas con metralla, una de las cuales estalla en la iglesia de Bellavista, donde se refugiaba la población civil, asesinando a más de 100 personas. El impacto de este acontecimiento llevó a una mayor militarización de la región, que sin embargo no controló los hechos de violencia contra la población. Lo que se evidencia a partir de este período en el medio Atrato es un proyecto de despojo, que articula fuerzas paramilitares, militares y empresarios, con el fin de establecer economías extractivas, megaproyectos productivos, en las tierras que las comunidades negras e indígenas defienden como el soporte de sus formas de vida propias. No es entonces coincidencia que el conflicto armado y la expansión paramilitar se dé justamente cuando indígenas comunidades negras logran materializar sus derechos etnico-territoriales, entre los cuales está el de titular colectivamente sus tierras y expandir sus resguardos. En medio del conflicto, la fuerza organizativa de indígenas y comunidades negras, presente desde los años setenta y ochenta en la cuenca a través de organizaciones como la OREWA y ACIA, permite que se desarrollen acciones conjuntas de resistencia. Es justo en este período que Jesús O. Duran y Dianne Rodríguez hacen parte del equipo de comunicaciones de la Diócesis de Quibdó, y registran, desde el punto de vista de las comunidades, los procesos organizativos, de resistencia y culturales en la región.

El mayor valor y potencial de uso de este acervo, para la investigación, para los procesos de memoria, para las luchas por la defensa de los derechos humanos en la región, está en que el trabajo de comunicación audiovisual que realizaron Jesús o. Durán y Dianne Rodríguez, hizo parte integral de las actividades que adelantaban las comunidades y las organizaciones étnico territoriales. En este sentido, el material audiovisual recoge los esfuerzos de defensa del territorio, de la cultura, de las formas propias de desarrollo comunitario, de las formas de organización territorial desde el punto de vista de los actores locales. Para muchos, la barbarie de la guerra fue la que puso en el mapa a lugares como Bojayá, Vigia del Fuerte, Curvaradó y Jiguamiandó. Este acervo nos permite ver los procesos de lucha, resistencia, construcción del territorio, construcción organizativa desde el punto de vista de los actores locales.

Esto hace también que este material sea de profundo valor para las comunidades, pues estas se reconocen en los registros audiovisuales conservados por Jesús O. Durán y Dianne Rodríguez: identifican en los momentos cotidianos registrados a vecinos, amigos y lugares que los transportan a diferentes etapas en las que han luchado por la defensa de sus territorios, su cultura, y sus formas de vida.