Fiestas Patronales

“La Purísima”, celebrada cada 8 de diciembre con vistosas “balsadas” que bajan por el río Guapi iluminando la noche, es la fiesta patronal más conocida de este municipio del Pacífico caucano. Sin embargo, cada una de las poblaciones a lo largo de los ríos Guapi, Napi, San Francisco y Guajuí, celebra su propia fiesta patronal, en diversas fechas, según el santo patrono de cada población. 

La celebración de las fiestas patronales ha sido un pilar fundamental de la cultura guapireña. Estas fiestas conectan a las diferentes comunidades en torno a la música, la danza, la comida, la bebida, los juegos y los ritos religiosos. Las vecinas se visitan, los músicos se juntan para ir a tocar, comadres y compadres que llevan tiempo sin verse intercambian novedades, los jóvenes se conocen, y así, entre bombos, guasás, chirimías de flauta, arrullos, bailes y viche, se tejen los vínculos de una cultura compartida en la cotidianidad del encuentro.

La fiesta patronal de la vereda de Calle Larga, por ejemplo, reunió al grupo de Chirimía de Flauta del río Napi con músicos provenientes de la vereda de Belén. Esta modalidad de chirimía es poco conocida en el resto del Pacífico. Tocada con bombo, caja, triángulo, maracas, y un tipo artesanal de flauta traversa, se mantiene vigente por su importante presencia en todas las fiestas patronales del río Napi.

Las comunidades de los cuatro ríos coinciden en que “muchas de las tradiciones culturales se perdieron por la presencia de los grupos al margen de la ley, los cuales generaron temor y (…) prohibieron la pesca, la caza de animales silvestres, así como las reuniones entre los miembros de las comunidades, las siembras. Igualmente la comunidad añora los tiempos en los que se reunían a jugar partidos de fútbol, las noches de reuniones, las celebraciones interveredales, juegos y festejos.” 

Volver a navegar los ríos, volver a plantar y recuperar la soberanía alimentaria a pesar de las fumigaciones con glifosato y volver a realizar las fiestas patronales ha posibilitado continuar con la vida y permanecer en el territorio a través del “estar juntos” en la música, el baile y la celebración de la cultura.